11 de enero de 2014
Su mirada no podía dejar de seguir el movimiento de sus labios... No sabía que poder extraño le atraía hacia ellos. Daría lo que fuera por conocerlo y controlarlo,... Pero no podía.
Intentaba, sutilmente, acercarse cada vez más a ellos. Pero cuanto más se acercaba, más se alejaban estos.
La distancia recorrida se iba haciendo cada vez mayor, la impotencia de la situación le hizo llorar de rabia...
Y cuando abrió los ojos, aquellos labios ya no estaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario