viernes, 24 de enero de 2014

Camino

23 de enero de 2014

Le habían visto pasar día tras día por aquel lugar, siempre a la misma hora. 
Repetía el ritual sin faltar a este en ninguna ocasión. Sus pasos se mostraban firmes, decididos, como aquel que sabe hacia donde se dirige. Pero su mirada mostraba indecisión y nerviosismo.
Nadie se atrevió nunca a preguntarle por su destino, por aquello que le motivaba a seguir continuamente ese camino.

Paseaba todos los días a la misma hora por aquel lugar. No tenía nada de particular. No era especialmente bonito ni sus gentes excesivamente amables. Le gustaba sentir la brisa del mar rozando su cara. No iba por hacer deporte, tampoco por mirar el paisaje. Tan solo guardaba la esperanza de encontrarse de nuevo con aquellos ojos, que tiempo atrás hallaron los suyos.




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