21 de enero de 2014
Los ecos de aquel canto sonaban en lo más profundo de su ser. Le hacían recordar momentos de su vida que ya creía olvidados.
Le hacían trasladarse a aquel lugar donde compartió tanto. Tanto, en tan poco tiempo.
El hermoso sonido de aquellas notas, daba vida a sentimientos que decidió olvidar hace ya mucho tiempo. Como si el olvido fuera posible...
Se fundió en un baile hermoso, en silencio y soledad, como tiempo atrás habría hecho en compañía.
Y se trasladó a aquel lugar, aquel lugar de su mente, donde los sueños no lo son tanto y los recuerdos se vuelven reales.
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