29 de enero de 2014
A pocos pasos de ella tocaban una melodía que recordaba haber escuchado antes. El violinista había hecho suyas aquellas notas, como si llevara toda la vida tocándolas.
Bajo aquel frío casi polar, su cuerpo fue entrando en calor nota tras nota. Fue llegando al origen de los acordes que tanto significaron para ella hace ya demasiado tiempo.
Sintió aquellos acordes como lo hizo el primer día. Los acarició uno a uno con nostalgia y alegría al mismo tiempo. Con el sentimiento de aquello perdido y luego encontrado.
Y vivió aquellos sonidos como lo que habían sido, como aquellas notas que algún día él le compuso.
Hermosa foto! Lo que se ve de fondo es la Plaza del Adelantado?
ResponderEliminarHola Pedro! sí, es la Plaza del Adelantado la que está al final
EliminarMe ha encantado, una foto preciosa! Sigue así :D
ResponderEliminarQué foto más increíble! te hace retroceder a otra época.
ResponderEliminarGracias por tu comentario! Me alegra que te guste. Un abrazo
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