viernes, 19 de diciembre de 2014

Nuestra mesa

14 de Diciembre de 2014

Hacía poco que había amanecido.
Los primeros rallos de sol me habían visitado, mientras que el sueño no se había dignado en hacer acto de presencia en toda la noche.
Me preparé, me dispuse a iniciar aquel día que no tenía otro remedio que pasar, me resistí a quedarme en la carma arropada por mis mantas.
Destapé esos sueños inexistentes y me alcé, me puse en pie en unos cortos segundos que parecieron horas.
Salí poco a poco de mi aturdimiento, el frío de la calle me obligó, finalmente, a ello.
Caminé, no era buena idea conducir en ese día. Aquel kilómetro me protegería falsa y fugazmente de lo inevitable.
Allí estaba,  puntualmente, esperándome en aquel lugar, en la que fue nuestra mesa.


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