domingo, 28 de diciembre de 2014

Leyendas

28 de Diciembre de 2014

En aquella casa habían vivido muchos antes que ella.
Se contaban leyendas, historias de extraños sucesos allí acontecidos.
Nunca tuvo miedo, nunca sintió recelo con respecto a nada de ello.
Tenía claro, muy claro, que serían cuentos de gentes incultas y asustadizas.

Aquel día, hacía más frío de lo habitual para la época del año en la que estaban,
no le quedó otro remedio que volver a casa a por una chaqueta.
Para colmo, no funcionaba el ascensor y ¡vivía en un sexto piso!
El día no había comenzado bien en absoluto...

Entró de nuevo en casa.
Se escuchaba a lo lejos, el tic-tac del reloj,
ese maldito reloj que tantas veces había estado a punto de tirar a la basura, conteniéndose de no arrojarlo por la ventana...
Su sonido era alto, demasiado alto, tanto que le ocasionaba dolor de cabeza.
El resto de la casa permanecía en silencio, tal vez demasiado...
Sus vecinos nunca le habían dado tregua al descanso, fuera la hora que fuese.

De repente, sin saber por qué,
comenzó a sentir una gran pesadez en todo el cuerpo,
no era capaz de mantenerse sobre sus piernas.
Se acostó sin la posibilidad de permanecer más tiempo de pie.

Empezó a bostezar, y una incontrolable sensación de sueño la invadió.
Sus ojos no le dieron tregua,  se negaron a permanecer abiertos.
Nada más cerrarlos, sitió estar perdiendo conciencia de toda realidad,
y sobre todo, de sí misma...

Dentro de aquella ensoñación,  no sabía si cierta o irreal,
sentía que no estaba sola, que había alguien a su alrededor.
Escuchaba su propia respiración agitada, ¿o sería la de aquella presencia?

No era capaz de abrir los ojos, era como si se los hubieran sellado,
era incapaz de moverse, como si le hubieran puesto un gran peso en las extremidades.
Evitando de este modo, que viera o  reaccionara ante lo que estaba a punto de suceder...


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