30 de Octubre de 2014
Llegamos en el momento justo.
La exactitud de nuestros movimientos casi daba miedo...
Como si aritméticamente se hubiera calculado cada paso, sin dejar lugar a la improvisación.
Fue como si previamente alguien hubiera escrito un guión, un texto elaborado y magníficamente expuesto.
Como si nada de lo que había sucedido fuera fruto de la casualidad.
Y allí estábamos, o allí nos habían hecho llegar.
Allí comenzaba el guión, previamente escrito o no, de nuestras vidas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario