viernes, 2 de mayo de 2014

Inmóvil

30 de abril de 2014

Sentí sus pasos tras de mí.
Me seguían, pensando no haber sido descubiertos.
Se aproximaban cada vez más, 
intentando lograr mayor silencio.

Fui incapaz de correr o gritar.
Fue imposible para mi moverme.
Y enredada entre aquellos brazos que sin permiso a mi se acercaron,
se apoderó de mi la oscuridad, la noche. 


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